Destapa la felicidad, claro que sí guapi

Esta mañana he tenido un momentazo de esos que te pasan cada cierto tiempo y que me ha cortocircuitado las neuronas durante varios segundos y dejado tan embobado que hasta he decidido escribir este post.

Ha venido a la empresa una chica de la limpieza con la que aún no había tenido la oportunidad de coincidir mucho y cuando ha entrado en mi despacho de la oficina le he ofrecido un poco de frutos secos, pues es tradición el que todos los que pasan por donde tengo mi mesa me cojan de los botes que tengo, y yo encantado. Pero esta chica me ha respondido que no, con la excusa “que engordan”. Bueno voy a reproducir la conversación que la tengo aún grabada:

– No que engordan.
+ Chica, los anacardos (eran anacardos) no engordan, tienen grasas buenas y estos son crudos, ni son fritos ni nada. Si te metes un puñado a dos manos pues sí que te digo que puede que te estés pasando pero unos pocos no pasa nada, bien buenos y sanos que son.
– Que no que no, que quiero adelgazar. Me estoy tomando unas pastillas y tó. (Es un poco choni).
+ Mujer pues no sé yo, (aquí me sale siempre mi vena del nutricionista que me hubiera gustado llegar a ser) si quieres adelgazar lo que tienes que hacer es seguir hábitos saludables, no hacer dieta, ni tomarte pastillas quemagrasas ni chorradas, ya que seguro que cuando te las dejes de tomar, vuelves a los hábitos de siempre y vuelves a engordar, lo que tienes que hacer es eso, cambiar de hábitos y que sean norma en tu vida, comer mejor, no beber mucho alcohol que tiene un montón de azúcar, evitar en la medida de lo posible pues alimentos con azúcar refinado, refrescos como la cocaco… -En este momento me para en seco y me dice-
– Pues va a ser que sí, porque yo me tomo dos litros y medio de cocacola todos los días.

Mis ojos se abren como los de un conejo al ser enfocado por los faros de un coche y me quedo igual de quieto, petrificado, al imaginarme la cantidad de azúcar que se mete la chiquilla. Y en eso que reacciono.

+ Em vale, pues mira, lo tienes muy fácil, si quieres adelgazar o seguir viva, ejem, solo tienes que quitarte la cocacola. Deja de tomar cocacola una semana. Con solo una semana, si es verdad esto que me acabas de decir (glups) en una semana o dos a lo sumo, notarás mejoría y verás como te deshinchas, ya verás.

– Ah sí, vale, guay, lo haré. Es que quiero adelgazar sabes. Me dejaré la cocacola. Y en vez de cocacola beberé fanta.

He notado, en ese momentazo, he notado como varios cientos de axones de mis neuronas rompían su sinapsis con otras neuronas al suspiro ahogado de “i don´t want to live in this planet anymore”. Me recupero tras varios segundos y le contesto tras reunir las suficientes fuerzas para apaciguar las ganas de estallar.

+ Pero… pero escúchame… la fanta es lo mismo que la cocacola… 99% de agua con azúcar, colorante, ácido fosfórico para que no vomites por la cantidad de azúcar que te metes y unas cuantas mierdas más… llevan lo mismo, menos el 8% de jugo de naranja y los aromas, químicos por supuesto, las dos bebidas, son lo mismo. Son-la-misma-mierda.

Aquí he puesto las manos con los dedos juntos y hacia arriba a lo italiano, para enfatizar más mis palabras.
Al decirle esto, se me queda con cara de “mi no entender” y me responde que no puede ser, que no se lo cree. Yo me imagino que la gotita de sudor que me caía por la frente a lo dibujo manga al escuchar sus palabras debe de haberle hecho ver que sí que decía la verdad. Entonces cambia de opinión y me dice, que vaya, que no lo sabía.

Hemos seguido la conversación lo más correcta pero sin edulcorar que me ha sido posible y cuando ha acabado de hacer mi despacho y la conversación, he vuelto a notar como mis axones volvían a enlazarse con mis neuronas suicidas que al final lo único que han hecho es hacerse las muertas o las «yo no quiero saber nada». Al momento mi cabeza ha vuelto a su ritmo normal. Pero este cortocircuito no lo olvidaré nunca.

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Entonces, pienso cosas como que me parece muy bien que Amancio Ortega haya donado 320 millones para la lucha contra el cáncer (No creo que haga mucho, pues la industria del cáncer da dinero, mucho dinero a muchas empresas que les interesa que no se encuentre cura), pero creo, bajo mi humilde opinión, que si queremos luchar contra ciertas enfermedades, lo que deberíamos hacer es no ya mejorar los tratamientos para estas, que me parece genial, como he dicho, si no el que la gente conozca, se eduque, se nutra nunca mejor dicho, aprenda a cómo prevenirlas o evitarlas en la medida de lo posible.

Si ese dinero se dedicara por ejemplo a educación alimentaria en los colegios, institutos o universidades si hace falta, en esos primeros años de nuestra vida y que tanto nos influyen para nuestro futuro y el de nuestros hijos, una chica de 30 años sabría distinguir las diferencias entre una cocacola y una fanta de naranja que es NINGUNA y no viviríamos en está piscina de rancia ignorancia, que me lo tomo con humor, vaya, pero qué triste.

Destapa la felicidad, siente el sabor, la chispa de la vida, siempre coocacoooola, claro que sí guapi.

Barthestudios

Soy una persona de mente clara y calva reluciente con una incontrolable ansiedad por buscar el juego de palabras perfecto, la situación ambigua convertirla en ingeniosa, transformar frases normales y recitarlas en prosa, hacer chistes por doquier como quien no quiere la cosa... y no la puedo controlar.

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4 comentarios

  1. Que paciencia dios mío. Ahora entiendo tanto aguantar a Roberto el inaguantable.

  2. Gracias querida Guru Yogui Profe Guía Coacher Mujer de las mil tierras y cien mil experiencias, es un gran honor ver un comentario tuyo y justo en esta noticia!

    Siempre positifo!

  3. Buenisimo amigo!!!!!
    Mejorar habitos alimenticios, no dietas! Y añadiria tambien, hacer algo de ejercicio(ej. Yoga ) y hacer cosas que te hagan feliz, la actitud mental es fundamental! Siempre positifo

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