Sugar Blues, los efectos del azúcar sobre la salud
Me estoy leyendo este libro escrito hace ya cuatro décadas y es el típico libro que todo médico debería tener en la mesa de su consulta, para cuando le viniese algún paciente con alguna de las enfermedades causadas por el consumo de azúcar refinada, pudiera enseñarlo y decir «Su enfermedad tiene cura, le voy a recetar este libro. Cuando lo acabe devuélvamelo«.
No te lo vas a leer, así que aquí tienes este breve y resumido artículo de lo que trata y que deberías saber:
AZÚCAR: sacarosa refinada, C12H22O11, producida por un proceso múltiple del jugo de la caña de azúcar o remolacha y en el que se ha eliminado toda la fibra y las proteínas, las cuales forman el 90% de la planta natural.
BLUES (o melancolía): un estado depresivo o melancólico que produce temor, malestar físico y ansiedad (expresado a menudo líricamente como una crónica autobiográfica de desastres personales).
SUGAR BLUES: múltiples sufrimientos físicos y mentales causados por el consumo humano de sacarosa refinada, comúnmente llamada azúcar.
SUGAR BLUES es un libro del escritor William Dufty publicado en 1974 y que tuvo muchísimo eco en esa época por haber desvelado la peligrosidad del azúcar refinado a nivel personal y social y su papel a lo largo de la historia, y por denunciar las manipulaciones de las grandes corporaciones alimenticias en este tema. La publicidad nos susurra que el azúcar es inofensiva y que endulza la vida, pero William Dufty demuestra que acidifica el organismo, que es un ANTI-NUTRIENTE, que más de la mitad de la población sufre HIPOCLUCEMIA, que este estado debilita enormemente el sistema inmunitario dejando paso a otros trastornos, y que afecta emocional y cerebralmente dando lugar a los Sugar Blues. El autor parte de su experiencia personal como enfermo y adicto al azúcar y relata cómo cambió su vida al leer y aplicar un libro de nutrición:
“Una noche leí un librito que decía simplemente que el enfermo es el único culpable por su enfermedad. El dolor es el último aviso. Uno mismo sabe mejor que nadie si ha estado abusando de su cuerpo. El azúcar es veneno, decía el libro, es más mortal que el opio y más peligroso que la contaminación radioactiva de una explosión nuclear”
Eso fue un punto de inflexión para Dufty que se dedicó desde entonces al estudio exhaustivo de un tema tabú porque desmiente muchísimos diagnósticos y tratamientos médicos. El libro es demoledor en el capítulo dedicado a la versión oficial sobre la DIABETES y a los tratamientos de insulina, y ofrece otra visión y otras sugerencias de tratamientos, principalmente cambios dietéticos.
“Ningún médico occidental puede curar la diabetes, aún después de 30 años de haber descubierto la insulina. Los médicos han continuado recetando insulina; condenando a los diabéticos a andar con muletas de insulina durante toda su vida. Sin embargo, en el veinticinco aniversario del descubrimiento de la insulina, su ineficacia como tratamiento o cura para la diabetes fue admitida públicamente. Mientras tanto millones de diabéticos han pagado millones de dólares por este remedio ineficaz, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Y el número de diabéticos aumenta cada día. Una vez que empiezan a tomar insulina, su única esperanza es llenar los bolsillos de los médicos y laboratorios farmacéuticos mientras vivan” Sakurazawa, médico oriental en 1960
El libro también hace un repaso histórico de la medicina tradicional, incluidos los desprestigiados curanderos y brujas, que trata al individuo como una unidad de mente y cuerpo mientras que la medicina actual lo divide, y enumera el lado oscuro de la psiquiatría durante siglos explicando cómo muchos trastornos mentales están producidos por una dieta insana. El autor es un gran defensor de los cereales y la alimentación INTEGRAL, con el germen y la semillas, y acusa a la dieta refinada, especialmente azúcar, arroz y harinas, de ser la verdaderos causa de enfermedades antiguas como el escorbuto o beriberi, y actuales como diabetes, cáncer y problemas cardíacos.
“El azúcar refinada por el hombre es ocho veces más concentrada que la harina, y ocho veces más desnatural — quizás ocho veces más peligrosa —. Esta desnaturalización engaña al paladar y al apetito, incitando a un exceso de consumo. ¿Quién se comería un kilo de remolacha azucarera al día? Sin embargo, su equivalente en azúcar refinado son sólo 150 gramos. Un exceso de consumo de azúcar produce diabetes, obesidad y trombosis coronaria, entre otras cosas” “El azúcar refinada es mortal para el ser humano porque proporciona sólo lo que los especialistas en nutrición describen como calorías vacías o desnudas. Además, el azúcar es peor que nada, porque drena y extrae las preciosas vitaminas y minerales del cuerpo por las demandas que su digestión, desintoxicación y metabolismo producen sobre todo el organismo. Para nuestro cuerpo el equilibrio es tan esencial que tenemos muchas formas de contrarrestar el shock brusco de una gran ingestión de azúcar. Los minerales como el sodio (de la sal), potasio magnesio (de las verduras) y calcio (de los huesos) son movilizados y usados en una transmutación química; se producen ácidos neutros que tratan de restablecer el factor de equilibrio ácido-alcalino de la sangre a un estado más normal. Si se consume azúcar todos los días, se produce continuamente una condición excesivamente ácida en el cuerpo, y se necesitan cada vez más minerales de lo profundo del cuerpo para tratar de rectificar el desequilibrio. Finalmente, con objeto de proteger la sangre, el organismo extrae tanto calcio de los huesos y dientes, que éstos empiezan a cariarse sobreviniendo al final una debilidad general. A la larga, todo exceso de azúcar afecta a todos los órganos del cuerpo”
Con numerosos ejemplos y datos denuncia ferozmente a la industria alimenticia y farmacéutica por ofrecernos medicamentos y vitaminas para paliar lo que nos “roban” de los alimentos, y defiende que la solución está en comer alimentos integrales como los ofrece la Naturaleza.
“La diferencia entre las enfermedades costosas como el cáncer y las baratas como el Sugar Blues es crucial. El actual tratamiento ortodoxo para el cáncer es criminalmente caro. La ruina financiera del paciente y de su familia representa el yate del médico. El tratamiento para el Sugar Blues (o hipoglicemia) es una propuesta de corte individual. Despréndase Ud. del azúcar refinada en todas sus formas y adiós cuentas del médico y hospital. Es difícil que en ese caso el médico pueda regalarle un tapado de visón a la mujer o asistir a un seminario bajo el sol de las Bermudas”
William Dufty va aun más allá comparando el azúcar con las DROGAS, explica cómo causa adicción y trastornos de comportamiento, y analiza la relación del azúcar en las guerras a lo largo de los siglos demostrando que es un arma de destrucción de primer orden en los pueblos y que allí donde han llegado los productos refinados (azúcar, arroz) han aparecido enfermedades occidentales, medicina occidental tras ellas y el fin de un modelo de vida.
“Después de todo, la heroína no es más que una sustancia química. Se extrae el jugo de la adormidera y por refinación se elabora el opio y luego la morfina, que se convierte finalmente en heroína. El azúcar no es otra cosa que una sustancia química. Se extrae del jugo de la caña o de la remolacha para refinarlo” “Si de verdad quieren conquistar a los norvietnamitas, sólo debe darles la ración del ejército norteamericano: azúcar, dulces y Coca-Cola. Esto los destruirá más rápidamente que las bombas” Filósofo japonés en Saigon, 1975
El autor cita continuamente a la medicina oriental porque considera que entiende este problema mejor que la occidental y aconseja la dieta macrobiótica para desintoxicar y sanar al organismo. Y no se trata solo del azúcar que echamos al café, sino del AZÚCAR OCULTO en todos y cada uno de los productos envasados, siendo los más peligrosos los dulces y los refrescos. Todo el libro es también una fuerte condena a la Coca-Cola y a una alimentación artificial que nos lleva a tomar más de 60-80 kilos de azúcar al año por persona.
“Las estadísticas sugieren que el 25% del azúcar que se consume en EEUU llega al gaznate norteamericano en forma de refrescos de todos tipos”
William Dufty considera que el Sugar Blues es una plaga adictiva a nivel planetario y nos recomienda ser OBJETORES DE CONCIENCIA de la sacarosa aunque no sea fácil, en vez de débiles y tentables:
“El objetor del conciencia del azúcar está solo, moviéndose a través del día como un borracho tratando de cruzar un campo minado” “Lo malo es que la gente desea la salud y simultáneamente permitirse comer su pastel de azúcar” Recomiendo encarecidamente leer este libro porque cambia nuestra visión de la alimentación actual y puede ayudarnos a conseguir unos hábitos de vida mucho más sanos.
Recomiendo encarecidamente leer este libro porque cambia nuestra visión de la alimentación actual y puede ayudarnos a conseguir unos hábitos de vida mucho más sanos. Fuente elblogalternativo