Expediente CARNE

Documental sobre cómo nos afecta su consumo

Hay judíos y musulmanes que no comen cerdo porque según su religión (la Torá y el Corán) es un ser impuro. Pero sí que comen vaca.

En la India las vacas están protegidas por la ley y nadie osa hostigarlas, maltratarlas y mucho menos matarlas para aprovechar su carne. Sin embargo sí que comen conejo.

En China o Brasil comen vaca y cerdo sin problemas pero si se te ocurre servir un plato de conejo a un chino o un brasileño se escandalizará, pues para ellos los conejos únicamente son mascotas, no alimento.

Los habitantes de las montañas Suizas son los únicos europeos que comen carne de perro y en Corea se consume perro desde hace siglos y existen (cada vez menos) criaderos de perro para consumo humano. Puedes encontrar restaurantes que sin problemas te servirán perro al gusto del consumidor.

Si abre un restaurante en España o cualquier otra parte del mundo donde se sirva perro, al día siguiente sólo quedan cenizas. La gente se echaría las manos a la cabeza porque es una atrocidad servir perro para consumo humano… pero no lo harán si les sirven conejo, cerdo o vaca.

El tema es que pasaría lo mismo si se abriera un restaurante de vaca en la India, un restaurante de cerdo en Israel o un restaurante de conejos en China o Brasil.

Voy a seguir comiendo mi estupenda ensalada de aguacate, cebolla y tomate aliñada con un rico zumo de limón, cilantro, aceite, sal y pimienta mientras pienso; «Humanos, que curiosos y raros somos» y os recomiendo este documental.

Barthestudios

Soy una persona de mente clara y calva reluciente con una incontrolable ansiedad por buscar el juego de palabras perfecto, la situación ambigua convertirla en ingeniosa, transformar frases normales y recitarlas en prosa, hacer chistes por doquier como quien no quiere la cosa... y no la puedo controlar.

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